En el año 2017, tras una intensa búsqueda espiritual junto a su polaridad opuesta durante más de once años, Diego Alejandro recibió la Revelación de su Materia Prima Universal: Plata Viva Celestial, Piedra Filosofal, Agua de Vida que no moja las manos, Bautismo Espiritual.
Sumergido en un Agua Electrónica, fusionó su cuerpo físico con una Entidad Celestial.
A partir de esa experiencia trascendental, Diego Alejandro abandonó toda ambición y aspiración mundana, consagrando su vida por completo al cultivo del Espíritu. Dejó atrás sus sueños en Berlín y regresó a su tierra natal, buscando una vida en silencio, lejos de la corriente de la sociedad, para escuchar la voz del Espíritu Universal.
Profundizando en la ciencia natural de la Alquimia, fundó una granja junto a su esposa y polaridad opuesta, rodeado de plantas y animales, buscó desde las raíces comprender la esencia de la tierra viva y la eterna ciencia del Alma
el Fruto de la Mente.
Hoy retoma su labor artística como un intento más —de entre tantos experimentos internos— de alcanzar la Luz del Alma, el fuego divino que unge a los hijos del Espíritu Celestial: aquellos que han entregado su vida por amor a la Verdad Natural y la ciencia de la Transmutación, y buscan fervientemente consagrar el sentido de su vida, su Gran Obra, con el fuego de la unción.
Diego Alejandro es un buscador genuino de la Luz, cuyas experiencias alquímicas han sido de carácter sobrenatural.
“En una noche de junio de 2017, viví una experiencia mística como resultado de mis años de disciplina como alquimista:
una nube metálica con forma ovoide descendió del cielo, surgida de un portal en espiral en el horizonte. Como un ave celestial, emitía colores y sonidos, y al posarse sobre nuestras cabezas, se transformó en un vapor místico que nos envolvió.
Ese rocío vivo descendido del cielo fue el agua en el que se sumergió mi cuerpo, y hasta hoy, sigue siendo el aire que respiro; el motor de mi vida y decisiones.
Fue mi Bautismo Real, la revelación de mi Materia Prima Universal y la unión con la Quinta Esencia Celestial.
Desde entonces, dejé la universidad de Artes en Berlín y emprendí un camino interior hacia la Luz, en comunión con mi polaridad opuesta, viviendo en el campo, en conexión con el silencio del Espíritu, las plantas y los animales.
El arte es mi herramienta de purificación: como la semilla que busca desarrollarse hasta renacer revestida por la carne celestial del fruto, yo fervientemente anhelo sumergirme, un día, en el re-vivificante Fuego de mi Alma.”
REVELACIÓN, estudio de alquimia. 2017. Acuarela y plata sobre papel. 15x15 cm.

REBIS, del manuscrito de alquimia Splendor Solis.

Rebis Theoria Philosophiae Hermeticae 1617.

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